Crecer fue
una espera sin orillas
hubo que
esperar los permisos,
esperar ser
aprobados,
esperar
quietos debajo de la ropa
a la
entrada de los moldes,
del otro
lado del viento.
Boca arriba,
en cuclillas o de reojo
millones y
millones, absortos,
esperan
que Dios los
esté esperando
otros
esperan, por si acaso;
cruzados de
brazos, yendo y viniendo
a ciegas,
sin habitar las esperas
sin
descifrar su consistencia leudante
su incesante
goteo, gomoso, amnésico.
Ávidos de un
rincón intacto
donde enjuagar
la memoria
esperando
en los
suburbios de la vida
sin romper y
rehacer otras esperas,
sin combatir
con torniquetes la apatía
sin al
menos, cauterizar lo irrepetible;
ajenos a la
hemorragia del tiempo
las esperas
almacenadas
gangrenaron
la memoria de los hombres
En: Álbum de esperas y otros asuntos
Fotografías: Sara Facio
PRIETO TIENE MUY BUENOS TEXTOS. LO TRABAJAMOS EN EL TALLER Y ASISTIÓ A UNA MARATHÓNICA. "en los suburbios de la vida". MUY LINDO
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