Sin boca
El
loco se mira en el espejo y se saca la lengua. Piensa que el espejo se está
burlando de él. Lo rompe.
Se
arrepiente, a la hora de peinarse.
Sobre
una mesa, fragmento a fragmento recompone el espejo, que queda casi completo.
El
loco prueba a mirarse de nuevo y ve su rostro, pero no la boca (falta esa
parte, que se pulverizó con el golpe).
Desde
entonces, nunca más habla.
La seducción
El
hombre logra en sueños lo que no logró despierto: seducir a una mujer carnal,
perfumada y esquiva.
Lo
despierta un golpe en las costillas: la esposa, que duerme con él, le ha
hundido el codo en el costado.
Ha
soñado que el marido se ha dejado seducir por una mujer carnal, perfumada y
esquiva, a quien ella no conoce.
La duda
Lleno
de soberbia, se dice que se encontrará a sí mismo, tal día, a tal hora, en tal
lugar.
Cuando
llega, comprueba que no está.
Desde
entonces, duda que sea todopoderoso.
Crece…crece…
Le
dije que no renunciara a su atractiva melena larga, que si se la cortaba sería
mal augurio para lo nuestro.
Ella
se la cortó.
Después
murió y he soñado que volvía a mí con una cabellera aún más fascinante.
Escarbo
en su tumba, donde lleva diez años. Extraigo el féretro y lo abro. Desborda una
cabellera que no ha cesado de crecer.
Reproche ético
Cree
haberse encontrado con su doble, que no es otra persona, sino él mismo, afuera.
Le
encomienda las malas acciones, que el doble ejecuta sin mostrar descontento ni
penoso esfuerzo.
Comprende
que el otro no es un impostor, ya que ni siquiera es otro, sino su parte mala.
Sin
embargo, tenaz en su inconformismo, sin hablarle le reprocha:
-Lo
malo yo lo hago mejor.
La fidelidad
¿Quién
podrá fiarse de las afirmaciones femeninas?
La
sombra me promete: “Te soy fiel”. Y en cuanto no hay sol me abandona.
Es realmente apasionante leer más entender cuando estas palabras alineadas y justas llegan a tocar fondo.
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