REMORDIMIENTO
sólo
una hoja crujiente
triturada por mis dedos
sus poliedros luminosos
se me pegan a la piel
no sé por qué la he roto
con paciencia
con deleite
como si estrujara tu vida
me sentí dios inclemente
ella se entregó a mis pies
para que yo la tomara
y ahora
ante sus despojos
de pedacitos resecos
siento una gran desazón
mientras me lavo las manos
LA HORA DEL ENSUEÑO
la bruma
densa cortina húmeda
me empapa de apariencia
mínimos caracoles abrazan mis pies
las olas cantan devenires
tropiezo no caigo
me guía el instinto
en esta ciega marcha
de improviso
la arena muda en hierba
un bosque me abre el camino
cantata de pájaros silvestres
que siembra bálsamo
en mi cansada osadía
hilvano pétalos de suspensos colibríes
la brisa hornea jazmines
y una flecha de luz
se filtra en la enramada
mi piel
es plata y oro en este amanecer
La hora del sueño!! no es solo un hermoso poema, es toda una forma de mirar la vida.
ResponderEliminar¡Gracias, Ezequiel! Espero pronto otro de tus textos para publicar
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