Con una mirada abismal mide la distancia que nos separa y me
observa inconmovible; me gusta mirar sus ojos enormes, redondos, la pupila
sagaz y vigilante. Trato de no moverme pero quiero captar ese instante de
suprema comunicación entre dos especies tan diferentes. Presiento toda la
sabiduría de la naturaleza en esa contemplación –la suya de mí- en esa quietud que debería calificar de oriental porque no
significa terror ni turbación, sino tolerancia.
Me pregunto el por qué de los presagios funestos de los
costarricenses sobre el majafierro, de los kenianos sobre el kikuyo, de los
mexicanos sobre el tecolote, tres de sus parientes; no necesito recorrer grandes distancias porque
en mi propia tierra abundan las leyendas que la pintan como de mal agüero. Me
respondo sobre la causa, su canto nocturno tan misterioso, en la hora en
que los humanos percibimos la realidad
mucho más aterradora. El temor a lo desconocido otorga poderes
Para esta criatura de la naturaleza
no existen la oscuridad ni la ausencia de color, y mientras yo trato de evitar
malos pensamientos en mis noches insomnes, ella, todo vuelo silencioso, se
ocupa de llevar alimento a su cría con
la caza de pequeñas piezas.
Ahora, cuando el sol comienza a
resaltar a pleno las tonalidades del ambiente, siento que el ave solitaria me
trasmite el sentido filosófico con su mirada abarcadora; de nada valen la ansiedad que nubla la mente ni
el nerviosismo que desgasta energías. En ese minuto revelador en que nuestros
ojos se encuentran, comprendo que me infunde su paciencia.
Deberé esperar hasta la hora del ocaso para levantar
mi vuelo; en medio de la oscuridad y la
confusión no dudaré en discernir cuál es el camino. Pienso que la diosa Athenea
llevaba una lechuza aferrada sobre su hombro para no perder su capacidad de
raciocinio; como simple ser humano, yo no la someteré a la esclavitud de mi
compañía, me ha bastado este encuentro para conocer mi verdad.
Ana María Serra.-
LEVANTAS MUY BIEN TU VUELO, AVE SOLITARIA. NO ME GUSTÓ LA LECHUZA, NUNCA LA QUISE. PERO ESO NO CAMBIA EN NADA EL TEXTO
ResponderEliminar