viernes, 29 de marzo de 2013

EZEQUIEL PRADO-"La voz del aroma"


                          Para ver el dolor,  tenemos que estar en él.
                                                                          Saer.


 Un aroma lo ha encontrado caminando en una mañana de  sol helado por las calles de un pueblo que sabe dejará de existir. Un aroma que podría reconocer en cualquier parte del mundo, en cualquier rincón, en cualquier risco que se parase: sin nariz o enterrado de pies  a cabeza, durmiendo o resfriado. Un aroma entre otros aromas, es lo que empieza a vivir mientras atraviesa un enorme arco, cabizbajo, escuchando el eco de sus propios zapatos.  Oro invisible que ni el estado y los años pueden corromper; aroma puro que se va impregnando desde nuestro cascarón de cuna.  

  Ni el cigarrillo que va en su mano tambaleándose entre esos
 pasillos de adoquines y sombras, podría alterar esa sensación única e impermeable provocada por el tiempo y la muerte. Aroma arraigado más profundamente que la memoria porosa que con el tiempo nos empieza a doler.

 Dos auroras con sus dos ocasos pasaron para que arribara. Mientras camina, mirado por flores mudas  y  arrodilladas, epitafios anónimos y ocultos, siente que el destino y las circunstancias lo privaron de las últimas horas y sus minutos. La pérdida de eso, es, quizás, como perderlo todo.  
  Frente a la tumba que empieza a ser suya mira en la placa -imitación de pergamino-  su mismo nombre.  Pasea los ojos por los ramos y las coronas, el epitafio y las cartas. Sabe  que todo lo que ven sus ojos  declinará con el tiempo, pero no  el aroma que hoy lo ha encontrado en las calles de este pueblo. Y que en cualquier día, como en cualquier parte, sea de  de mañana o de noche, de sol o de lluvia; ande por el desierto del Gobi o en los grandes lagos, la voz del aroma volverá anunciando otra vez su vida.

                                                                                                         

2 comentarios:

  1. "todo lo que ven sus ojos declinará con el tiempo, pero no el aroma..." HAY AROMAS QUE JAMÁS SE OLVIDARÁN. MEMORIA OLFATIVA QUE PUEDE LLEVARNOS A LUGARES REMOTOS.

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  2. Impactante contradicción: el aroma de la vida atrapado en el lugar de la muerte.

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