SE HA DICHO TANTO YA SOBRE LA LLUVIA…
cuando las gotas golpean sobre el techo
como pájaros heridos
un malestar atraviesa
y me vuelve
casi gris
(como
parte del paisaje que refleja la ventana)
no me gusta caminar bajo la lluvia
visita persistente del invierno
perversa escolta del viento
me molestan los charcos en la calle
sorpresa estruendosa con tamboril de granizo
en la tarde de verano
hay sin embargo un momento
generalmente a la noche
en que es música que invade mis sentidos
nuestros brazos y piernas se entrelazan
afuera
la llovizna provoca
repiqueteo de chispas
adentro
solamente los dos
en una danza
ancestral
repetimos el rito del amor
PLENITUD Y DECADENCIA
cierro los ojos
percibo con la yema de mis dedos el dibujo en su cuerpo
la fuerza de la arteria
florece en finísimas venas
su piel absorbió el rocío de la mañana
verde intenso de verano
despojada de su vestido de brote me regala su textura
podría desprenderla de la rama
me contengo
expulso al verdugo
sabia y tirana
la Naturaleza ordenará cumplir el ciclo
y ella será penetrada por la opacidad del otoño
como rompecabezas troquelado
un diagrama cubrirá su lozanía
ciudad sedienta
laberinto sin hilo de Ariadna
ajada sin misericordia por la crueldad del viento
un desierto gris incubará la irremediable vejez
ella mi preciosa
hoja
morirá de un solo golpe
seco y certero
Compruebo que un verdadero poeta siempre tiene algo que agregar, aunque muchos piensen que se ha dicho todo o mucho hay una nueva mirada, eso sucede en el poema sobre la lluvia. Las imágenes del poema "plenitud y decadencia" son asombrosas, como son asombrosos los sentidos de la poeta.
ResponderEliminarla danza de cuerpos y hojas con su ritualidad unen ambos poemas. Imágenes muy bellas
ResponderEliminar¡Muchas gracias por sus comentarios, Merce y Eze! Cariños
Eliminar¡Preciosos!realmente divino
ResponderEliminar¡Preciosos!realmente divino
ResponderEliminar¡Gracias, Ili!
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