quería huir de sus miedos
se compró una máscara
alegre llamativa
con brillitos en los pómulos
sostuvo un viaje interminable
seguida por fantasmas
acechados contra su médula
como acero filoso
se ocultó en baúles
que atravesaban el mar
y en el bosque milenario
detrás de árboles añosos mecidos por el viento
los espiaba a través de la mirilla
de sus pestañas postizas
un día se cansó
se quitó el disfraz
el espejo la reveló en su íntima imagen
los viejos temores escaparon
con muecas de espanto
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