Ese
cuento del agujero en el suelo, que baja quién sabe hasta dónde, siempre me ha
fascinado. Ahora es una leyenda musulmana; pero no me asombraría que fuera
anterior a Mahoma. Trata del sultán Aladino; no el de la lámpara, por supuesto,
pero también relacionado con genios o con gigantes.
Dicen que ordenó a los
gigantes que le erigieran una especie de pagoda, que subiera y subiera hasta
sobrepasar las estrellas. Algo como la torre de Babel. Pero los arquitectos de
la Torre de babel eran gente doméstica y modesta, como ratones, comparada con
Aladino. sólo querían una torre que llegara al cielo. Aladino quería una torre
que rebasara el cielo, y se elevara
encima y siguiera elevándose para siempre.
Y Dios la fulminó, y la hundió en la
tierra, abriendo interminablemente un agujero, hasta que hizo un pozo sin
fondo, como era la torre sin techo.
Y por esa invertida torre de oscuridad, el
alma del soberbio sultán se desmorona para siempre.
Hola, llegué por aquí buscando poemas de Bolaño... Los perros románticos es uno de mis poemas preferidos en absoluto...
ResponderEliminarMuy bueno también este cuento de Chesterton... a él no lo conozco, pero me recuerdo Broges... aunque es sin duda Borges quien recuerda a Chesterton...
Felicitaciones por tu blog, yo tengo también un blog de poesía, si te interesa paseáte un dia. ( http://lacasadelsimio.blogspot.com )
Saludos y gracias por tu blog... pasaré nuevamente!