En este texto hay un personaje, el AUTOR, que como tal, ha
creado a su vez un personaje femenino, al que llama Ángela Pralini.
Ángela es un perro vagabundo cruzando el
desierto de las calles. Ángela, noble perro callejero, sigue la senda de su
dueño, que soy yo. Pero muchas veces se descarrila y se dirige en vagabundeo
libre hacia ningún lugar. En este ningún lugar la dejo, ya que así lo quiere. Y
si encuentra el infierno en vida será ella misma la responsable de todo. Si me
quiere seguir entonces que me siga porque así soy yo quien manda y controla.
Pero no sirve mandar: esta criatura frívola que ama los brillantes y las perlas
se me escapa como se escapa el énfasis indecible de un sueño. Difícil describir
a Ángela: es apenas una atmósfera, es apenas una manera de ser, un rictus
revelador de la boca, ¿pero revelador de qué? de algo que no conocía en ella y
que ahora, sin descripción posible, comienzo apenas a conocer, sólo eso. Ella
me sopla en susurros lo que es y, si por falta de acuidad mía no la oigo,
pierdo su persona.
Si Ángela es una suicida en potencial, como
terminé entendiendo, ¿la hago suicidarse? No. No me animo: su vida me es muy
valiosa. Sólo que ella tiene el gusto por el riesgo y yo también.
Impresionante!! el personaje y su autor.
ResponderEliminar