jugarle una apuesta al
orgullo
sin pensar demasiado
por cobardía quizá
o por desprecio a sí mismo
aparecer ante los ojos de ella
como un cavernícola frustrado
merecer solamente indiferencia
ni siquiera una lágrima
y quedar solo en esa terminal de trenes
que no salen hacia ningún destino
Bello poema lleno de imágenes visuales. Un adios sin llanto, sin destino
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Merce! Muy buen comentario.
EliminarHermoso poema
ResponderEliminarHermoso poema
ResponderEliminarA nuestro equipo de radio, también le gustó este poema; lo votamos, a todos nos gustó, lo leímos al aire, lo premiamos, felicitaciones a su autora!
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