sobre
nubes redondas y anaranjadas
flota
una ciudad fantasma
los
postes de luz
-alfileres
clavados en negras colinas-
se
pavonean en la altura
sin
embargo
un
faro domina más arriba
y
prodiga de luz blanca todos los extremos
nadie
podrá ocultar
ni
con telones de alboroto rojinegro
las
vergüenzas y miserias
de
los que quisieron huir
y
se perdieron
en
los enigmas de las señales de tránsito
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