me
lleva a seguirlo con la mirada
y
mis pies se mueven sin que yo los guíe
el
muelle de chocolate
viborea
en el mar mentolado
profundidad
azulina
como salto en la oquedad
el
horizonte me invita
cuidado
Hansel
y Gretel llegaron
al
final de la escollera
y
entraron en la cabaña
nunca
deberé ingresar
aunque
mis pasos me pierdan
aunque
la brisa me llame
y
me asome a la ventana
adentro
el
horno arde
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