Hasta que
vuelvas a verlo frente al tuyo, y con renovada esperanza lo mires de nuevo,
decidida, esta vez, a mirarlo en serio, de verdad, lo cual, y esto también lo
sabes, te resulta imposible, pues es la condición del amor que le tienes.
domingo, 22 de diciembre de 2013
ALEJANDRA PIZARNIK/ "UN ROSTRO"
Un rostro
frente a tus ojos que lo miran y por favor: que no haya mirar sin ver. Cuando
miras su rostro –por pasión, por necesidad como la de respirar- sucede, y de
esto te enteras mucho después, que ni siquiera lo miras. Pero si lo miraste, si
lo bebiste como sólo puede y sabe una sedienta como tú. Ahora estás en la
calle; te alejas invadida por un rostro que miraste sin cesar, pero de súbito,
flotante y descreída, te detienes, pues vienes de preguntarte si has visto su
rostro. El combate con la desaparición es arduo. Buscas con urgencia en todas
tus memorias, porque gracias a una simétrica repetición de experiencias sabes
que si no lo recuerdas pocos instantes después de haberlo mirado este olvido
significará los más desoladores días de búsqueda.
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