martes, 17 de junio de 2025

ANAMARÍASERRA// "LA CORRUPCIÓN DE UN ÁNGEL", DE YUKIO MISHIMA

 


Toru es un adolescente de dieciséis años, hermoso y soñador, el ángel de la historia. Trabaja en el muelle del puerto de Shimizu, avistando barcos de carga y controlando la llegada y salida. Es eficiente y cumplidor. Cuando el cansancio lo invade luego de una intensa jornada, en las horas inciertas de la madrugada, acepta el divague y pasa de la realidad al ensueño.


Toru permanece muchas horas en vigilia, ayudado por el catalejo para que su visión no sufra imperfecciones. La narración presenta en algunas descripciones emparentadas con el relato gótico, anticipando como más adelante la historia tomará características lindantes con la tragedia, a partir de la develacion de la verdadera personalidad de Toru. 


Es así que el adolescente angelical irá mutando en un ser maléfico, ganado por la soberbia, un psicópata incapaz de amar.

El narrador utiliza la técnica del discurso indirecto libre de manera magistral. El narrador se mete en la mente de sus personajes.


Su antagonista, Shigekuni Honda, un señor llegado a la vejez, aristócrata, abogado, que tiene una vida aparentemente intachable, esconde un secreto en de su pasado que lo avergüenza: fue - y sigue siendo - un voyeur.

La historia presenta binomios antagónicos que abarcan lo generacional, la ética y lo económico. Pero la sorda guerra que se desata entre Toru y Honda transcurre de manera solapada. El adolescente y el viejo, la soberbia y la experiencia, la dependencia y la solvencia lograda por años de trabajo y de relaciones sociales importantes.

El nudo comienza cuando Honda decide, aparentemente de manera imprevista, adoptar a Toru impresionado por la modestia, la inteligencia y la belleza del joven. 

A medida que crece Toru va perdiendo esas cualidades aparentes y se va revelando como un ser maléfico, resentido y lleno de odio.

Algunos personajes secundarios, como el profesor de filosofía y la joven que le destinan para casarse, en oprincipio parecen influir en su conducta, aunque por último será Toru el que se encargue de despreciarlos y de apartarlos de su vida.

Un aparte merece la relación entre Toru y Kinué, una joven desequilibrada, que vive una eterna fantasíana en la que se siente deseada y  perseguida por los muchachos debido a su belleza


“ Era una fealdad que no pasaría desapercibida a nadie. No guardaba ninguna relación con esa fealdad mediocre que en el momento y el lugar adecuados se troca en una especie de belleza, ni con la fealdad que revela la belleza de un espíritu.  Era fealdad y no cabía describirla como nada más. Era un don del cielo, una perfecta fealdad negada a la mayoría de las muchachas.” Toru es el único que respeta su delirio y la acompaña.

Cuando casi al final del relato Toru se salva de su intento de suicidio y queda ciego, Kinué será su compañera inseparable. La que lo cuide de tal manera que él desarrolla una enorme dependencia, al punto de terminar casándose con aquélla.


Mishima presenta los sentimientos más duros y despreciables de manera poética, en los que encuentra pasajes descriptivos de enorme belleza



lunes, 3 de febrero de 2025

ANAMARÍA SERRA//"UNA VEZ MÁS"

Vencer el miedo 

a lo imprevisto 


ganar la batalla

recuperar la confianza 


a fuerza de constancia 

llegar hasta mi centro


sentir la energía 


percibir el instante

de felicidad 


y una mañana soleada 

reencontrar mi mejor versión 




viernes, 31 de enero de 2025

ANAMARIA SERRA// COMENTARIO SOBRE UNA NOVELA DE NATSUKI IMAMURA

 La mujer de la falda violeta, novela breve de la autora Natsuki Imamura, publicada por Duomo ediciones, 2020, ha sido caracterizada por “The Japan News “ como “Una novela sobre lo difícil que es encontrar un lugar en el mundo”

Y esa dificultad, si nos atenemos al breve comentario que está en la tapa del libro, casi como un epígrafe, se le presenta no sólo a la protagonista -quien en realidad no parece notarlo- sino también a la narradora/ personaje, especie de espejo de la mujer de la falda violeta.

La protagonista es una persona diferente de lo que la sociedad espera, se mueve al margen de las convenciones pero su actitud no resulta “escandalosa “, al contrario, parece que lo único que ella desea es pasar desapercibida.

La narradora, intrigada desde el comienzo, especula con similitudes entre la mujer de la falda violeta y otras mujeres conocidas por ella, pero luego descarta tal identidad.

Es así como empieza una especie de persecución o de acoso solapado, cuya finalidad es mejorar la situación social y económica de la mujer de la falda violeta, que necesita con urgencia conseguir un trabajo.

Resuelto el problema, la protagonista se va adaptando a las convenciones sociales de los empleados del lujoso hotel en donde se desempeñará como mucama, sobre todo las que le confían las supervisoras , que consisten en pequeños hurtos cotidianos de las provisiones destinadas a los huéspedes.

Pero además, la mujer de la falda violeta transforma sutilmente su aspecto, se vuelve más agradable, más segura, y entabla una relación con el jefe.

En el barrio, el cambio de la protagonista se nota en su relación con los niños, que ahora admiran a esa adulta que juega con ellos como una más.

La envidia de sus compañeras de trabajo entra en juego, y a pesar de los riesgos que corre la narradora -quien es otra de las mucamas del hotel -para salvarla , la mujer de la falda violeta  queda expuesta y desaparece de manera misteriosa.

El final, no exento de cierta vuelta de tuerca, llama a la reflexión del lector sobre la complejidad de las relaciones humanas y la “necesidad de adaptación” a normas sociales y laborales, muchas veces contrarias a la ética más  elemental.

Ana María Serra.-