lunes, 6 de marzo de 2017

ANAMARÍA SERRA/ POEMAS SOBRE HOJAS

Hojas secas
algunas corrían libres
cantando por el pasillo
voces árido cobrizas
otras buscaban rincones
y unían fragilidades

el viento se enseñoreaba
tendiendo hilos de brisa
les ordenaba un vals
de círculos ascendentes

como buena ama de casa
aliada con mis dos armas
las barrí y las junté
contradije a mis amigas
que adoran tapetes crujientes
solidaria
las salvé del descuartizamiento

mientras no  sé por qué
me ganó el tarareo
de aquella vieja canción
que entonaba Yves Montand
                                           En: a las tres de la tarde, 2010

Remordimiento
sólo
una hoja crujiente
triturada por mis dedos
sus poliedros luminosos
se me pegan a la piel

no sé por qué la he roto
con paciencia   con deleite
como si estrujara tu vida

me sentí dios inclemente
ella se entregó a mis pies
para que yo la tomara

y ahora
entre sus despojos
de pedacitos resecos

siento una gran desazón
mientras me lavo las manos.

                              En: a las tres de la tarde, 2010
 

Desatino del otoño
manos de cobre
multiplicadas hasta lo infinito
paso sobre ellas
en la tarde de otoño
las aplasto
exhibo mi crueldad
gozo
en el desintegro de mil dedos dorados

el viejo árbol me mira mientras desnuda sus ramas

la noche llega y me arropa
-helada manta en los hombros-
yo  corro junto al hogar
reavivada en su tibieza

luego

cuando estoy dormida
un animal me despierta
se ha colado entre mis sueños
se arrastra   se reproduce  se desgaja
y repercute sobre este techo de zinc

con un terror desvelado clamo misericordia al amanecer
y cuando salgo a la puerta
el añoso árbol ríe y me regala sus hojas
manos de cobre sobre mi pelo
sobre mis hombros
entre mis pies
                         En Cantos de sirena, 2012

PLENITUD Y DECADENCIA
cierro los ojos 
percibo con la yema de mis dedos el dibujo en su cuerpo
la fuerza de la arteria
florece en finísimas venas

su piel absorbió el rocío de la mañana
verde intenso de verano
despojada de su vestido de brote  me regala su textura

podría desprenderla de la rama
me contengo      expulso al verdugo
sabia y tirana
la Naturaleza ordenará cumplir el ciclo
y ella será penetrada por la opacidad del otoño

como rompecabezas troquelado
un diagrama cubrirá su lozanía
ciudad sedienta     laberinto sin hilo de Ariadna

ajada sin misericordia por la crueldad del viento
un desierto gris incubará la irremediable vejez
ella    mi preciosa hoja
morirá de un solo golpe
seco y certero  
                                    En Tempo, 2016                                           
Loca danza de otoño
te observo
pequeña bailarina
tu cuerpo  tembloroso
se estremece en la danza involuntaria

las caderas a punto de quebrarse
aferrada en equilibrio desesperado
a esa rama que se agita
impasible
al compás del viento otoñal

tu destino está sellado
mañana no te veré danzar  desde mi ventana

mañana yacerás en la vereda
junto a otras bailarinas muertas
pequeña hoja seca.                                                                                         
                                         En Tempo, 2016












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