te espero en la esquina
le dijo él
y ella se precipitó hacia la calle
borracha de felicidad
inconsciente de la desmesura de su pasión
dos estrellas en los ojos y el sol en la
sonrisa
el falso ídolo
asentado sobre zócalo de barro
le dejó una inconsolable resaca
sin sol y sin
estrellas.
Bello!!!!
ResponderEliminarBello!!!!
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