lunes, 27 de abril de 2015

ARIEL SCHETTINI/ "LOS BESANTES"


Mis amigos eligieron, para probar que el mundo no existe,
Un mediodía luminoso en un restaurante de Olivos.
Y resolvieron mediante un beso en público,
Que los amantes son lo único real del universo.

Yo ya lo sabía. No tenía necesidad del comentario
Y mucho menos de la demostración empírica.

Para probar que dos amantes
Se descubren a una verdad más real que lo real sensible
Refractarios a la vida y las costumbres
(Los modales son una mentira piadosa
Y ellos experimentaban con el fin de la historia)
Se besaron en un restaurante al mediodía
Entre la elección del menú y la llegada del servicio.

Yo hablaba con palabras
Urgido por establecer todo lo contrario.
Y sacaba temas nerviosos para que no insistan:
La actualidad, los viajes, todo lo inminente y de pasada.
(Ojalá no hubieran sido mis amigos)
Y desde ese planeta remoto de la soberbia enamorada
Los besantes echaban un vistazo a mi frivolidad
mundana y me incluían en todo lo perdido.
Todo lo que habían soltado de la vida y de la realidad
y de Olivos
Yo era testigo de esos besos repetidos
De los que salían íntegros e insatisfechos.
Pero para el resto de los comensales boquiabiertos, era un cómplice.
Sabía que querían probar más y que lo harían.
Y en la mudez estupefacta del restaurante de Olivos,
Se besaron, mientras yo buscaba en el menú algún plato envenenado
Para que ellos
O yo o el restaurante entero
estuvieran muertos









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