siente –como un vampiro-
la luz
hiriente de la mañana
sospecha que a su paso
deja el rastro pegajoso
de otra noche deshecha
su mirada
reclama de costado
una oportunidad
para darle a su cuerpo contrariado
la cadencia necesaria
huyente de la resaca
la arena en los bolsillos
le marca su tiempo límite
sospecha que hoy
encontrará el camino
se vuelve
desanda sus pasos
y busca un nuevo comienzo
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