Hojas
secas
algunas
corrían libres
cantando
por el pasillo
voces
árido cobrizas
otras
buscaban rincones
y
unían fragilidades
el
viento se enseñoreaba
tendiendo
hilos de brisa
les
ordenaba un vals
de
círculos ascendentes
como
buena ama de casa
aliada
con mis dos armas
las
barrí y las junté
contradije
a mis amigas
que
adoran tapetes crujientes
solidaria
las
salvé del descuartizamiento
mientras
no sé por qué
me
ganó el tarareo
de
aquella vieja canción
que
entonaba Yves Montand
En: a las tres de la tarde, 2010
Remordimiento
sólo
una hoja crujiente
triturada por mis dedos
sus poliedros luminosos
se me pegan a la piel
no sé por qué la he roto
con paciencia con deleite
como si estrujara tu vida
me sentí dios inclemente
ella se entregó a mis pies
para que yo la tomara
y ahora
entre sus despojos
de pedacitos resecos
siento una gran desazón
mientras me lavo las manos.
En: a las
tres de la tarde, 2010
Desatino del
otoño
manos de cobre
multiplicadas hasta lo infinito
paso sobre ellas
en la tarde de otoño
las aplasto
exhibo mi crueldad
gozo
en el desintegro de mil dedos dorados
el viejo árbol me mira mientras desnuda sus
ramas
la noche llega y me arropa
-helada manta en los hombros-
yo
corro junto al hogar
reavivada en su tibieza
luego
cuando estoy dormida
un animal me despierta
se ha colado entre mis sueños
se arrastra se reproduce
se desgaja
y repercute sobre este techo de zinc
con un terror desvelado clamo misericordia
al amanecer
y cuando salgo a la puerta
el añoso árbol ríe y me regala sus hojas
manos de cobre sobre mi pelo
sobre mis hombros
entre mis pies
En Cantos
de sirena, 2012
PLENITUD
Y DECADENCIA
cierro los ojos
percibo con la yema de mis dedos el dibujo en su
cuerpo
la fuerza de la arteria
florece en finísimas venas
su piel absorbió el rocío de la mañana
verde intenso de verano
despojada de su vestido de brote me regala su textura
podría desprenderla de la rama
me contengo
expulso al verdugo
sabia y tirana
la Naturaleza ordenará cumplir el ciclo
y ella será penetrada por la opacidad del otoño
como rompecabezas troquelado
un diagrama cubrirá su lozanía
ciudad sedienta laberinto sin hilo de Ariadna
ajada sin misericordia por la crueldad del viento
un desierto gris incubará la irremediable vejez
ella mi
preciosa hoja
morirá de un solo golpe
seco y certero
En Tempo,
2016
Loca
danza de otoño
te
observo
pequeña
bailarina
tu
cuerpo tembloroso
se
estremece en la danza involuntaria
las
caderas a punto de quebrarse
aferrada
en equilibrio desesperado
a
esa rama que se agita
impasible
al
compás del viento otoñal
tu destino está sellado
mañana
no te veré danzar desde mi ventana
mañana
yacerás en la vereda
junto
a otras bailarinas muertas
pequeña hoja seca.
En Tempo, 2016
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