levanté mis ojos del libro
un rayo de luz se había filtrado por la ventana
dibujaba esa marca en la pared
tan pequeña y misteriosa
mi memoria danzarina
me remontó hasta la infancia
cuando otro rayo de luz me presentaba figuras
en la pared de mi vieja casa
y mis ojos se tornaron niños sorprendidos
con aquellos visitantes estampados
monstruos amigables
animales prodigiosos
o simples pájaros que volaban por un cielo color arena
mi mente volvió al presente
quiso atisbar sin
éxito alguno
sobre esta pequeña huella rotunda un misterio intangible
como la menguada marca
que deja cada vida.
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